Wildlife Photographer of the Year y Radicediunopercento

Una valiosa colaboración que cumple 11 años

Una vez más Milán ha acogido la extraordinaria exposición “Wildlife Photographer of the Year” dedicada a cien fotos finalistas y ganadoras del concurso homónimo del Natural History Museum de Londres y organizada por la Asociación cultural italiana “Radicediunopercento” en el Pabellón milanés Hangar 21, calle Tortona 27La muestra cierra sus puertas el próximo 31 de diciembre.

Son muchos hoy los que en algún momento se hacen preguntas sobre el futuro del medio ambiente, del que no cabe duda de que formamos parte. La exposición nos brinda la oportunidad de acercarnos al devenir de los ecosistemas marino y terrestre del Planeta Azul en sus mudables condiciones: las reiteradas, devastadoras amenazas a la naturaleza planetaria y lo mejor de su esencia que aun sobrevive, con su entrañable, frágil belleza y la despiadada brutalidad de la lucha por la vida. 

Suelo y territorio son esenciales para la vida en el medio terrestre, sin embargo, en demasiados países ha pasado a un segundo plano su valor de recursos para la misma salud del planeta y la producción de alimentos. Así el fotógrafo Daniel Nuñez nos enseña las terribles consecuencias de la eutrofización de las aguas del lago guatemalteco Atitlán, debidas a los vertidos tóxicos urbanos y de las plantaciones, mientras el holandés Jasper Does nos muestra desde arriba los catástróficos efectos de la sequía en una aldea de palafitos de Zambia. Desde la isla rusa de Kolyuchin, Dmitry Kokh llevó consigo las inquietantes imágenes de unos osos polares merodeando en busca de comida por una aldea minera abandonada; en la foto principal un plantígrado se asoma desde una ventana, imagen puesta en el forro del libro publicado, que recorre la trayectoria completa de la exposición.  

Litorales y mares son también grandes protagonistas de este recorrido virtual a través del Planeta Azul. Nunca dejan de sorprendernos las fotografías submarinas del biólogo francés Laurent Ballesta, quien sigue descubriendo nuevas formas de vida, este año en los abismos antárticos, brindándonos por vez primera las fotos de unas anémonas glaciales de mar. Desde Australia nos llega la imágen de una ballena azul acercándose al fotógrafo R. Robinson para averiguar el comportamiento de ese humano que se atreve a entrar nadando en el reino submarino de los cetáceos. Escenarios de esas representaciones bajo las superficies del mar son a menudo las comunidades de algas y fanerógamas que han sufrido un fuerte retroceso por las malas acciones de la actividad humana. Si alguna vez estamos de paseo por los litorales o sumergiéndonos en sus aguas, cabe reponer atención a estos tesoros del mar y a los ecosistemas que forman. No será demasiado tarde para darnos cuenta de que nuestras vidas y acciones diarias tienen un impacto en el medio ambiente.

Hay que subrayar la importantísima labor que los fotógrafos, actuando como verdaderos investigadores, han desarrollado con el trabajo de campo, toma de datos y voluntariado con seguimientos de nidos, rastros, migraciones marinas y terrestres, desde lo más profundo de los Siete Mares hasta lo más alto de las Cordilleras. Y pese a todo tipo de destrucción atestiguada por las imágenes, el mensaje que nos llega   es que todavía estamos a tiempo de salvar el planeta. 

Con la ocasión de la muestra tuvieron lugar unas interesantes conferencias, talleres culurales y fotográficos, organizados por Radicediunopercento y dedicados a la conservación del patrimonio natural, paisajístico y etnográfico, iniciativas que continuarán con un nuevo programa a lo largo del 2024.

 La excepcionalidad de la exposición, con su éxito de público, nos empuja a felicitar a Wildlife Photographer of the Year y Radicediunopercento, dándoles las gracias por sus informaciones fidedignas y por seguir despertando conciencias.

Nando Pozzoni